Existen muchas técnicas ancestrales y diferentes rituales con los que conseguir una mejora en el bienestar físico y mental. De hecho, esto es algo de lo que ya hemos hablado en nuestro blog en anteriores ocasiones. Amuletos, rituales con humo, la importancia de los colores… Sin embargo, todavía no hemos profundizado en otro aspecto: la aromaterapia y las esencias.
¿Sabías que a través de la aromaterapia puedes conseguir aumentar el bienestar físico y psíquico? Es una forma perfecta para ambientar lugares y beneficiarse de grandes ventajas. Pero… ¿En qué consiste exactamente esta técnica? Si no conoces la respuesta a esta pregunta, no te preocupes. En la publicación de hoy vamos a explicarte todo lo que necesitas saber.
¿Qué es la aromaterapia?
Comenzaremos detallando qué es la aromaterapia, aunque lo cierto es que no existe una definición concreta para esta técnica. Podríamos definirla como una técnica de medicina alternativa que ofrece resultados visibles y sintomáticos. Básicamente consiste en la utilización de aceites vegetales concentrados, llamados aceites esenciales o esencias, que ofrecen diferentes beneficios.
Los aceites no están pensados para ingerirlos, sino que se inhalan. Y es precisamente a través del olfato como conseguimos disfrutar de los beneficios que nos brinda la aromaterapia, algo que lo que hablaremos más tarde. Estos aromas suelen provenir de esencias naturales que permiten obtener una mejora del bienestar mental y físico.
Principales beneficios
Ahora que ya sabes qué es esta técnica, vamos a hablar de cuáles son sus principales ventajas y beneficios. Los aromas están pensados para propagarse por el aire de una o varias estancias. Esto hace que los beneficios se generen a través de nuestras vías respiratorias. Por ejemplo, inhalar vapor de agua con eucalipto sirve para descongestionar las vías respiratorias y aliviar la irritación de la garganta.
Y no es lo único, ya que la respiración afecta al sistema nervioso. Por ello, los aromas relajantes pueden ayudarnos a calmar situaciones de ansiedad, estrés o incluso ayudarnos con el insomnio. Para estos fines es bastante frecuente recurrir a esencias como la lavanda. Aunque hay otros aromas, como la canela, que también son perfectos para conseguir un profundo estado de bienestar.
En función de lo que busquemos, ya sea un efecto afrodisíaco, estimulante o relajante, tendremos que recurrir a una esencia diferente. En este sentido, lo mejor es dejarse asesorar por un experto en aromaterapia que nos ayude a seleccionar el aceite esencial que necesitamos para cada situación.
Cómo utilizar las esencias
Vale, ya sabes todo lo que pueden aportarte las esencias. Pero… ¿Cómo se utilizan? En la mayoría de los casos es bastante fácil gracias a la ayuda de los difusores. Estos aparatos permiten generar un aroma de la esencia que seleccionemos simplemente llenando su depósito con unas cuantas gotas del aceite que prefiramos. De este modo, será suficiente con poner entre 5 y 20 gotas en el difusor para obtener un largo periodo de difusión en el que disfrutar de la aromaterapia. Y lo mejor es que puedes cambiar de esencia siempre que lo desees, bastará con usar un aceite u otro.